Consuelo Ordaz
“Y llegó el dia
en que el riesgo que corría
por quedarse firme dentro del capullo
era más doloroso
que el riesgo que corría
por florecer”
.-Anais Nin
Yoga significa unión. Y esto puede ser en muchos sentidos, desde unir cuerpo, mente y alma, en el sentido personal, hasta la unión de todos los seres con Dios, en el sentido universal.
En el Yoga Sutra 1.23 Patanjali nos da la clave para llegar al estado de yoga: Ishvara Pranidhana.
Ishvara es una palabra en sánskrito que significa supremo, personal, Dios. Pranidhana significa dedicación, devoción, rendición. Por lo tanto, significa entregarnos completamente a Dios.
Es la manera más sencilla de alcanzar el yoga, pero no la más fácil.
Y es que se requiere de una consciencia serena e inmutable para dejarlo todo, quitarnos todo y entregarlo todo, vencer la tentación del ego de sentirnos más o mejores que otros, para no ver a nadie como inferior, porque esto crea separación, clasificaciones, etiquetas, categorías, estratos... El mundo en que vivimos nos invita constantemente a alimentar nuestro ego, por lo que debemos permanecer atentos, alertas, humildes, discerniendo nuestros patrones para poder cambiarlos.
Tener el valor de ser vulnerables y entregarlo todo a Dios, para ir desarrollando el poder de la rendición, adorándole, reconociéndolo en todos los demás, sintiéndolo en la creación. Dándonos cuenta que nada nos pertenece, que todo esto son ilusiones de la mente.
Llegamos sin nada, nos vamos sin nada.
Todo lo que hagas, cada día, cada minuto, cada segundo, ofrécelo a Dios, así lo tienes más presente, así lo sientes constantemente, y así lo reconoces a El. El siempre te reconoce a tí. Es darte la oportunidad de corresponderle y verle en todas partes, y así vivir en el cielo.
Abre tu corazón, entrégate, y vive en El.
