Alejandro Quiyono
"Una persona no está enamorada
si ese amor no ilumina su alma.
No es un amante
si no gira como las estrellas alrededor de la luna"
En este poema Rumi detalla con belleza el estado profundo de ser.
24 de junio de 2002, las playeras se empaparon de sudor, las piernas temblaron de tanto bailar, los cuerpos brillaron tan intenso que el sol cayó al atardecer sin pena de esconderse ante tanta luminosidad. Así aterricé después de 8 días de meditación, madrugadas de 4 de la mañana, dieta de zanahorias, lechuga y frijol Mongo. El baile trance es una de las experiencias más intensas que se puede tener y yo, en cada oportunidad que se da, no dudo en entrarle con el alma.
La cuestión está en si logro dejarme absolutamente, porque para bailar ese tango... se necesita de dos: uno entero y Dios.
En la vida, existe un arte difícil pero posible... aprender a fluir desde la locura del corazón, aprender a convivir conscientemente con el placer, aprender a desear y gozar sin apego o anhelo.
Es el arte de fluir ante la disonancia de la razón y la pasión, la discrepancia entre la mente y el corazón, la diferencia entre el gozo y el dolor, la discordia entre el apetito y el juicio.
Cómo puedo ser negociador en mis batallas, si yo mismo no pacifico al alma?
Mi razón es el volante y la pasión la gasolina del alma vagabunda. Si mi volante se rompiera o mi gasolina se acabara, no podría más que ir a la deriva, sin rumbo y sin impulso.
Por lo tanto hago que el alma encienda a mi razón a la altura de la pasión para que baile. Respondo a todo lo que excita el espíritu, mi corazón sabe el camino, la mente solo confunde. Observo la sabiduría del río que sigue su curso con facilidad para entender la magia del agua, el pulso de la vida.
Encuentro la experiencia del agua entre el flujo de la respiración y la postura. A través del movimiento sutil recupero la esencia sensual, creativa, móvil y eterna que soy.
Y tú cómo te mueves? Haces lo que te apasiona? Vives lo que amas?
Si tu vida no ilumina tu alma, búscate amantes en cada cosa que hagas. Encuentra pasiones que arrinconen tus razones a la pared de lo inútil. Si lo que haces no enciende tu día, no tardes en botarlo. Si los días son grises y monótonos, dales color con ideas disparatadas.
Quizás solo es cuestión de cambiar el ojo con que miras. Quizás solo apremia que le pongas sabor a las cosas. Demasiado le has quitado lo rico a tu mesa, contando calorías y los gramos de azúcar. Espantada por el karma, piensas dos veces las cosas. Le pones freno a la aventura. Justificas tus pausas demasiado.
Es tiempo de atascarse de vida. Es tiempo de volar. Es tiempo de que seas amante de tu vida.